Sí, me mandé una cagada bastante grande. La verdad es que no tengo razón, dije una boludez incoherente y carente de raciocinio. Sí, soy una atropellada; me dejé llevar por un torbellino de psicosis y paranoia; tuve un ataque de verborragia y no pensé en las consecuencias. Ahora esas poco fortuitas e infelices consecuencias me apabullan, me asaltan e interrumpen mi sueño. Quiero enmendar lo que hice, realmente estoy arrepentida; ya lo dije, ya pedí disculpas. Sólo resta esperar, esperar a ver qué decidís, qué más tenés para decir. Y mientras espero, me desespero.
"La suerte está echada".
No comments:
Post a Comment