Un té y dos pancitos con mermelada frente a la notebook. El crucigrama y el horóscopo de la revista del domingo. La llamada telefónica de aquella persona. La lluvia y el partido de mi equipo de fútbol cero a cero. El cansancio por dormir poco. El estómago saturado de comida de cumpleaños (léase: sandwichitos de vitel thoné, maní, papas fritas y torta con crema y duraznos, multiplicada por dos). Las ganas de que empiece el lunes sólo para ir a almorzar con aquella persona. Las ansias de que llegue el miércoles sólo para no hacer nada junto a aquella persona.
Un domingo, y el último sorbo de un té ya frío. Creo que es hora de volver a poner en marcha mi ritual dominguero favorito: ir al video club a alquilar una buena película de suspenso, un policial negro, o una comedia romanticona hecha con U$S2,50 -sí, de esas que te hacen llorar como una Magdalena-.
Au revoir. Los veo pronto.
No comments:
Post a Comment