Y Qué?

¿Y qué? Es 17 de diciembre de 2009 y sigo pensando en vos, sigo hablando de (y con) vos. Pero no es sólo eso. Hay más, con vos siempre hay más. Genial o no tanto, pero siempre es igual. Nos vemos, nos dejamos de ver, volvemos a vernos una vez más. Esto es interminable, es la historia sin fin. "Imposible olvidar tu talismán", como diría Adrián. Es la suerte que nos toca. 

No sé por qué, pero siempre volvemos. Y es así desde hace tres años. Aunque quizás ya no sea tan igual como al principio, es inevitable que tenga ganas de verte, de volver a verte una y otra vez. Algo hay, "donde hubo fuego, cenizas quedan", o por lo menos eso suelen decir. De todos modos, esas cenizas están casi apagándose, ya no pueden ser reavivadas. Pero el verdadero motivo que me hace "caer" constantemente en tus redes es que te quiero.

Es bastante simple. Durante mucho tiempo me reproché el hecho de ir corriendo siempre atrás tuyo. Ahora entiendo que vuelvo a vos porque te quiero, ¡y mierda que te quiero! Lo nuestro nunca va a tener un punto final, son constantes puntos suspensivos. Y me gusta que sea así, en el fondo me gusta.