C'est finit

Listo, ya no hay más nada que pueda hacer. Te tuve una paciencia poco usual en mí; te expliqué la situación de cien maneras diferentes, usando en cada ocasión palabras distintas para que pudieras entender. Pero no, tu estrechez mental no te permite procesar esta información. La conclusión que saco de todo esto es que precisás adquirir un mayor conocimiento sobre el tema; antes de abrir la boca para decir cualquier barbaridad, deberías consultar con un especialista o buscar información por tus propios medios.
Vos y tu orgullo king size me tienen hasta la coronilla: ya no tolero que digas una cosa y después pretendas hacerme quedar como una loca que inventa historias, alegando que "en realidad quise decir..." o que "me dejé llevar por la corriente de especulaciones que vos (por mí) creaste". Me hartaste, sos un pendejo. Te lo dice la pendeja inmadura a la que le falta experiencia de vida, la loca que te llevó a esta situación. Todas acusaciones que necesitás hacer para ¿sentirte bien?
Esta "pendeja inmadura y loca" (si es que realmente lo soy) es demasiado buena persona con vos y te mantiene al tanto de todos los estudios médicos que se hace, y te recomienda que visites vos también a un doctor para descartar que tengas la misma afección. Ahí tenés mi inmadurez.
Espero no tener más contacto con vos, porque sinceramente me hace poner de mal humor. Que tengas una buena vida y seas feliz - lo digo en serio, no tengo rencor hacia vos. No hard feelings.

Te conozco y no te creo

No, definitivamente no podés. ¿Por qué seguís intentando hacerme quedar como la única culpable de todo? ¿Culpable de qué, al fin y al cabo? Si nunca te obligué a hacer nada, y vos nunca te negaste u opusiste. Claro, buscás la fácil: necesitás proyectar tus "errores" en mí para hacerme quedar como una forra de cuarta. Pero eso sos vos. (Me) das pena.
Ojalá que en algún momento puedas darte cuenta de la chiquilinada que estás haciendo. Por más que digas que yo soy la pendeja, sabés muy bien que las cosas que hiciste fueron porque vos quisiste. Vuelvo a repetir, nadie te obligó, mucho menos yo. Es hora de que lo reconozcas, que dejes de ser pendejo.
No pensé que fueras tan imbécil. Yo no me arrepiento de lo que hice, porque no hice nada malo. Yo me la banco, así de loca y pendeja como decís que soy, ¿y vos? Me parece que no, no te la bancás ni un poquito. Creo que el que tiene que "ponerse los pantalones" y aceptar su parte sos vos.
Todo lo que hicimos fue bajo el consentimiento de ambos, no quieras cambiar el curso de las cosas ahora; no intentes despegarte de esto; no trates de culparme a mí por todo lo ocurrido. Hacete cargo de tu parte, porque vos estabas ahí. Y no me vengas con eso de "me dejé llevar por una pendeja y una persona como vos", la falta de respeto que tenés hacia quien fue tu novia es deplorable.
"Eras alguien a quien yo solía conocer", o por lo menos creí que te conocía. Te di más de lo que tenía, y quedé en bancarrota emocional, pero no tengo remordimientos por eso. Yo te quería, un montón. Ahora lo único que quiero de vos es que me dejes tranquila, y te pido que si querés hablar conmigo dejes de insultarme. Te aseguro que rebajarme de ese modo habla muy mal de vos. Si alguna vez sentiste algo por mí, si es verdad que me quisiste (por lo menos eso decías), no me trates como si fuera una cualquiera. Se llama respeto.
No hace falta que me mientas: es obvio que te arrepentís de todo, hasta de haberme conocido. A mí me da(s) pena; no puedo creer que seas así de tóxico y dañino. Espero que el karma no te atormente, y que tengas una buena vida. Au revoir, si te he visto, no me acuerdo.

I made it through the wilderness

"Nunca nadie me explicó en qué momento exacto se perdía la virginidad, pero cuando me vi comprando una pastilla del día después supuse que ya había pasado el momento", Estu dixit.

Cara de percha. Eso es lo que tengo. Me miran la cara y lo primero que se les viene a la mente es "a esta flaquita re da colgarla". Y bueh, así estamos (estoy)...

I gotta phobia

Finalmente le puedo poner nombre a mi fobia:
Anuptafobia - Miedo a la soltería
Definición ampliada: Se define como un persistente, anormal e injustificado miedo a no contraer nunca matrimonio y por lo tanto, quedarse soltero.

Sí, ya sé lo que piensan: "Amélie, ¡no seas patética! Tenés sólo 20 años, ¿por qué no te calmás?". Pero me angustia tanto, tanto pensarme en un futuro sin marido, sin hijos, sin perritos ni un jardín con plantas y pileta que me nubla el juicio. Me aterra, simplemente me aterra. En fin, ésa es la razón de las fobias, la irracionalidad.

Fuentes: Wikipedia y http://www.fobias.net/

I float up straight

Me besó. Me comió la boca. Me rompió el coco. Estoy en la nebulosa.

Alguna vez fue que planeamos hacernos todo el daño de una vez, dictando una sentencia desafiante: "¡No existes, no existes!"

Ohmmmm, Ohmmmm

Situación I: Viernes, 20:20 hs, estación Independencia, esperando el subte. 20:25, 20:30, 20:35, 20:40 (!!!) y el subte no venía, claramente. Enfurecida, dí media vuelta y comencé a desandar el camino para ir a tomarme un colectivo que me dejaría finalmente en la puerta de mi casa. Mientras caminaba por el pasillo de la estación, escuché (a través de la música al palo que manaba de mi iPod) que alguien me llamaba... "Ey, chst chst... Hey!!". Pensé "God, esto no me puede estar pasandooo!". En un zas estaba caminando a la par mía; el pibe* que había estado mirándome con cara de lobo hambriento durante los 20 minutos en que esperé el fucking subte estaba caminando al lado mío, queriendo hablarme. Ante sus insistentes señas, me quité uno de los auriculares para escucharlo.

Pibe:- ¿Te puedo hacer dos preguntas?
Yo:- Sí
Pibe:- La primera: ¿la línea ... está suspendida?
Yo:- No
Pibe:- La segunda: ¿puedo saber tu nombre?
Yo:- No
Pibe:- Bueno, gracias...

*¿Cómo explicar su aspecto físico? ¿Cómo transmitirles lo que vieron mis ojos? Tenía un estilo mezcla de futbolista de la cuarta categoría de Sportivo Italiano con "voy todos los sábados a bailar a Caix". Exudaba cumbietón por los poros (cumbia + reguetón, para los que no entendieron). Zapatillas blancas de cuero (creo que eran Lacoste), jean recto doblado en la botamanga, remera A+ y camperita Nike o Adidas, más un bolsito deportivo. Asquete.

Situación II: Domingo, 7 pm, patio de comidas del shopping. Mi amiga y yo necesitábamos monedas para viajar. Nos acercamos a un local de comidas para pedirles que por favor nos cambiasen $2. Justito vemos que llega una empleada de otro local con una bolsa llena de monedas y billetes chicos y le pide a la encargada $100. Como dijo mi amiga, "la pegamos"... O por lo menos eso creíamos, porque en cuanto le pedimos a la agreta caracúlica de la encargada que nos cambiara dos pesos, nos dijo con su mejor cara de pocos amigos "No". Me fui escupiendo fuego, y con mi amiga pensamos: ¿qué te costaba darnos dos fucking pesos, forra? Te acababan de dar mínimo $50 en monedas, pedazo de hija de puta. DOS PESOS TE PEDIMOS, ¿ENTENDÉS?
Le tendría que haber dicho en el momento "pero, ¿por qué no te metés una por una las moneditas en el orto divina?", con una sonrisa en la cara obviamente. Me sacó, me sacó por completo. ¡Conchuda!

Roll with it

¿Se acuerdan que hace unos largos meses conocí a un señorito en el subte? ¿Cómo que no se acuerdan?
Bueno, refresquen sus memorias por favor, porque este sábado voy al cine con él.

Okay, NO!

Si luego de leer esto llegan a la conclusión de que me pasan las cosas más bizarras, están en lo correcto.



Ayer estaba en la esquina de Arenales y Avenida Coronel Díaz esperando a una amiga. Fumando y tratando de convencer a mi mente y mi cuerpo de que no hacía tanto frío, miraba de izquierda a derecha y de derecha a izquierda tratando de localizar a la señorita F. En un momento se me acerca un flaco y me pide fuego; le doy mi encendedor, prende su cigarrillo... y empieza a (intenta) conversar conmigo: que cómo me llamo, que cuántos años tengo, que aparento menos de 20, que soy muy linda (booooring), que dónde vivo y etcétera, etcétera.
De él puedo decir que se llama Francisco, tiene 21 años y vive en Palermo, no más que eso. Convengamos que me descolocó mucho que un perfecto extraño se acercara a pedirme fuego e inmediatamente después empezara a chamuyarme como si estuviéramos en un boliche. Cuando me preguntó si me parecía lindo tuve que hacer un gran esfuerzo para no estallar de la risa; entre sonrisitas híper nerviosas le contesté "sí, sos lindo", lo más seca y cortante posible.
En un rapto de incontinencia me invitó a sentarme en un banco, "para charlar tranquilos mientras esperamos a nuestros amigos". Accedí (¿por qué, sos idiota Amélie?). Siguió dándole a la labia, pensando que me tenía ganada. Se acercó más a mí -en este punto, mi incomodidad se traducía en la expresión de mi cara: WTF?!-, posó su mano izquierda sobre mi hombro derecho en un intento de abrazo y me dijo: "vos te pensás que yo te estoy chamuyando mal, pero no es así, ¿te lo puedo demostrar?". "Nooo, error": dos palabras por respuesta, mi cara desencajada por completo.
¿Qué pasó luego? Se levantó y se fue, poniendo como excusa que iba a entrar al Shopping a buscar a su amigo. Espero que haya aprendido que no sirve encarar a extrañas en la vía pública.